Utilizar lentes de armazón o de contacto es una verdadera molestia para algunas personas, sin importar si son nuevas en el tema o no, por lo que muchas prefieren realizarse una cirugía para remediar o contrarrestar el progreso de enfermedades como la miopía.

En este artículo descubrirás todo lo que debes considerar, qué técnicas se utilizan y qué resultados se obtienen, además, de una pequeña guía para saber si eres candidato para la operación.

Lo primero que tienes que saber es que este tipo de intervención es aconsejable para mayores de edad que no presenten enfermedades congénitas en los ojos y personas en las que la miopía no haya aumentado en por lo menos un año.

Esta cirugía puede realizarse con base en dos técnicas, la Lasik y PRK. Ambas consiguen una mejora en la vista del paciente y necesitan poco tiempo de recuperación obteniendo los mismos resultados.

A continuación, te presentamos sus diferencias:

Lasik

  • No se realizan heridas en el ojo
  • Los cambios surgirán un día después de la operación
  • El procedimiento se realiza con un corte en el ojo para aplicar el láser en el centro de la córnea
  • Es una técnica recomendable para las personas que no tengan tendencia a ojo seco ni una córnea demasiado fina
PRK

  • El láser se aplica directamente sobre la córnea
  • Requiere entre tres días y una semana de recuperación
  • El paciente deberá utilizar un parche postoperatorio, el cual le permitirá seguir con su día a día.

Después de cualquier operación, se recomienda controlar cualquier señal extraña en el ojo, tales como enrojecimiento o dolores intensos.