La diabetes es una enfermedad que, de no controlarse de manera adecuada, puede afectar definitivamente la vista de quien la padece. Esto es consecuencia de las características propias de la diabetes, el exceso de glucosa se deposita en las proteínas del cuerpo y alerta su función, lo cual daña la estructura del ojo y su función pues esas mismas proteínas forman parte de las células y contenido del ojo.

Igualmente, la diabetes altera la circulación y la oxigenación, lo cual también puede perjudicar la retina y el nervio óptico, dos estructuras fundamentales en los ojos que se pueden dañar o hasta destruir si se tiene un alto nivel de glucosa.

Para reducir los riesgos, es muy importante llevar a cabo lo siguiente:

  • Vigilar siempre los niveles de glucosa en la sangre.
  • Realizarse los estudios pertinentes y de seguimiento de la enfermedad cuando sean indicados.
  • Visitar al médico de manera regular para detectar oportunamente cualquier posible padecimiento en la vista relacionado con la diabetes.
  • Seguir la dieta indicada por el médico para mantener los niveles de glucosa dentro los límites establecidos.
  • No dejar de tomar los medicamente prescritos.

Si nota algún cambio en sus ojos o la vista, es muy importante que acuda con su médico de cabecera quien le puede canalizar con un oftalmólogo, médico especialista en el diagnóstico y tratamiento de los ojos.